Danos hoy el jamón de cada día

La más auténtica “Joya gastronómica” de la península ibérica, insignia 100% española.

El jamón ibérico procede del cerdo de” raza ibérica,” originaria de nuestra Península. Su calidad, sabor y propiedades organolépticas derivan: de la pureza de raza de los animales, de su crianza en régimen extensivo de libertad en dehesas arboladas donde pueden moverse ampliamente y realizar ejercicio físico, entre 15 y 22 km. diarios y de la alimentación que siga el cerdo en el período de montanera, que inicia el 1 de octubre con 70 k y finaliza el 15 de enero, con unos 100 k, tiempo para sacrificarse. No en vano cuestan y valen lo que pesan.

Los jamones de bellota deben su nombre, al hecho de que el animal se haya nutrido exclusivamente a base de bellota, los de recebo se alimentan de bellota y hierba y los de cebo sólo de hierba, durante el periodo de engorde que son los últimos cuatro meses. La curación suele extenderse de 8 a 36 meses, donde se notan los mimos, cuidados y paciencia de los artesanos bodegueros, todo un arte. Debido a estas condiciones, el jamón además de ser un gozo para los sentidos, posee grandes propiedades nutricionales, protege el corazón y reduce el colesterol, además de contener 40% de proteína.
Hay que saber distinguir un buen jamón, la pezuña debe ser negra, la caña alargada, y al cortarlo suelen salir unas pintas blancas- cristalizaciones formadas por un aminoácido llamado tirosina- que denotan una maduración óptima, su carne debe poseer el inconfundible color entre rojo púrpura y rosa pálido y un aroma y sabor elegante en el paladar.

A día de hoy el jamón ibérico, nos representa en el mundo entero, una marca 100% española, que nada tiene que envidiar a otros productos gourmets como el caviar o la trufa blanca.

Degustar una buena loncha de jamón, es un manjar único, puede maridarse con champagne, con vino, con un fino, o simplemente cerrando los ojos, es todo un lujo para nuestras sensaciones.